viernes, 21 de noviembre de 2008

EL SUEÑO AMERICANO O LOS AMERICANOS DORMIDOS

No, obviamente no me referiré en estas líneas al origen del término según James Truslow Adams, La épica de América de 1931, ni analizaré si el concepto "Sueño Americano" se retrotrae o no al siglo XVI cuando los colonos irlandeses e ingleses, europeos en general, intentaron invitar a los suyos a poblar las nuevas y promisorias colonias americanas dominadas por los británicos, tierras de abundancia, tierras de oportunidades, tierras del destino… No, tampoco es mi interés, al menos en estas breves líneas, concluir si Estados Unidos ha sido o no el país de la oportunidad en donde se pueden conquistar, como en ningún otro, el éxito cualitativo o cuantitativo, o si dicho "sueño americano" no pasa de ser precisamente un espejismo, un concepto erróneo cuando no hipócrita o cínico en una nación en donde las posibilidades de crecimiento y de prosperidad personal no son reales. No se debe ignorar la cara oscura del sueño americano que implica una desbridada ambición por el dinero dentro de complejos conceptos morales laxos consignados cínicamente en sus billetes al tenor del In God we Trust…

Existen lienzos, óleos, novelas, películas, poemas y canciones que expresan el desengaño, otro ángulo del sentir popular, el del ocaso del sueño americano, el de la pesadilla de la vida real en la primera potencia del mundo, en la que se encuentran decenas de millones de personas con una esperanza de vida inferior a los 60 años, además de otras tantas que subsisten penosamente por abajo del nivel de la pobreza para ya ni hablar de los millones de analfabetos funcionales o no, ni del indiscutible primer lugar planetario que ocupa en materia de distribución y consumo de narcóticos…

En realidad quiero aventurar la hipótesis relativa a que en lugar de Sueño Americano, la inmensa mayoría de los estadounidenses se durmieron en diferentes órdenes de su vida nacional. ¿La industria acerera? No ha sido capitalizada ni modernizada de acuerdo a los estándares actuales de la industria. ¿La industria automotriz? Ha sido sobradamente rebasada por los japoneses y alemanes que se han apropiado del comercio de vehículos en Estados Unidos. ¿Las líneas aéreas? La mayoría se encuentran a 15 minutos escasos del famoso chapter 11. Es obvio que el congreso norteamericano estudia detenidamente la posibilidad de conceder una ayuda de 25 mil millones de dólares a los fabricantes de automóviles, ya que resulta evidente que la tendencia de los consumidores no favorece a los tres grandes fabricantes y, por ende, el plan de rescate se vería amenazado desde un principio porque los recursos se precipitarían en un fondo perdido. Detroit también se durmió y el sueño americano se convirtió en pesadilla… Tres millones de trabajadores de dicha industria podrían perder sus empleos el año entrante, lo anterior sin contar el desplome en materia de recaudación tributaria que resentiría el fisco yanqui ni, por supuesto, el efecto en cadena en el sistema financiero que significaría la escandalosa quiebra de las gigantescas armadoras… ¿Cuántos serían arrastrados a la quiebra?

Las autoridades financieras de Estados Unidos también se durmieron mientras que a través de enormes ventiladores instalados en América del Norte se distribuía todo género de excrecencias en el propio país y en el mundo entero. ¿Dónde estaba la Secretaría del Tesoro que no advirtió la insolvencia progresiva de los bancos norteamericanos? ¿Dormida? ¿Dónde estaban las calificadoras que no dieron las voces de alarma cuando la quiebra se avecinaba? ¿Dormidas?

¿Dónde estaban los despachos encargados de auditar la contabilidad de las grandes y pequeñas corporaciones financieras para adelantarse en sus reportes y anunciar oportunamente la debacle?

¿Y la administración de Bush o mejor dicho el consejo militar que presidió para robarse el petróleo iraquí sólo despertaba para bombardear países y ciudades indefensas? ¿Por qué en lugar de armar un bloque comercial americano, una nueva Alianza para el Progreso, oponible a la Unión Europea y al mercado asiático, ya que integramos economías complementarias, se dedicó ese vaquero dipsómano y torpe a tirar bombas en el mundo? Bush, Cheney y Rumsfeld, además del resto de esa cáfila de bandidos, sólo estuvieron despiertos para matar y robar y no para integrar todo un consorcio americano que ayudara a elevar el nivel de vida sobre todo al sur del río Bravo hasta el Estrecho de Magallanes.

El mundo ha pagado muy caro el Sueño Americano desde aquellos año en que los Marines yanquis derrocaban presidentes que dictaban disposiciones adversas a sus intereses económicos. Hoy, que el dicho sueño se ha convertido en pesadilla, el mundo entero debe volver a pagar un alto precio por la incapacidad, la indolencia, la corrupción y la desbordada ambición de los yuppies neoyorquinos, entre otros traga dólares más.

Cuando John Fuster Dulles decía que Estados Unidos tenía intereses pero no amigos, le asistía toda la razón… Hoy más que nunca… ¿Cuándo despertarán y a qué costo…?

2 comentarios:

Club Atletico Klandestino dijo...

muy chingon punto de vista, pero vete a la verga, queremos sangreeeeee, muerte al puto hambreado del enrique

Samuel dijo...

Muy interesante caon, y muy cierto, para mi el sueño americano es una mamada inexistible,

¿pero que no estaba planeada una historia de un pendejo que fue sacado a vergazos por muerto de hambre?